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Sobre China y otras lindezas
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Otros géneros

¿No te fías de los bueyes chinos?

By China, Otros géneros

El año del buey

Según la astrología china, y otras astrologías, el destino de una persona está directamente relacionado con la posición de los planetas, en el momento de su nacimiento. Los astrólogos chinos, observando la órbita de Júpiter alrededor del sol, la dividieron en 12 secciones, correspondientes a 12 años, nombrados cada uno con el nombre de un animal.

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Viaje a las islas Canarias: Una historia cultural – Juan Cruz Ruiz

By Otros géneros, Poesía

 

Un casual encuentro en la librería Rafael Alberti, con el periodista y escritor de El País, Juan Cruz, lleva a conversar, a través de Viaje a Canarias, con Mercedes Pinto, Luis Buñuel, Pablo Neruda, Lola Larumbe…

Dicen que el Garoé era un mítico árbol religioso, que estaba lleno de agua, porque lloraba a los amantes despechados. Dicen que el pájaro del Teide es el más hermoso de los pájaros, que anida dentro del mismo volcán, y que es negro como el mirlo, y tan negro que es azul, y dice la canción que es la segunda estrella a la derecha, que ese es el camino que lleva a la isla que no existe (l´isola che non c´è), como lleva a ver a ese árbol, y a ese pájaro, que sólo ha volado en el verso de los poetas. Todo es magua, melancolía, sentimiento de isla, en este magnífico Viaje a Canarias, que escribió Juan Cruz por sugerencia del difunto Peter Mayer, para que hiciera sólo su retrato sentimental de nuestras islas.

Parece anacrónico, casi una distopía, hablar hoy en día de un libro de viajes. Pero un libro de viajes, o de otra cosa, es el relato de un horizonte, de una esperanza, que cuenta una manera de ver las cosas. Y como la vida sigue, se trata siempre de ver de qué manera continuamos ese viaje, para lo cual el relato, de otras vidas y otros viajes, ayuda. Comprendo entonces que hay que buscarse una esperanza para seguir viviendo dice Cruz en palabras del poeta canario José Luis Pernas.

Por nada del mundo hubiese escogido para leer a finales de este julio pasado un libro como éste. Sin embargo, caí en él, como caí en esa caja de sorpresas, que es la librería Rafael Alberti, a que Lola Larumbe me diese mi dosis de dopamina semanal, y en vez de con ella, me topé con Juan Cruz, que acababa de sentarse a firmar libros. El encuentro entre canarios en Godilandia, fuera de la pecera del archipiélago, despierta igualmente la camaradería que despierta todo encuentro entre forasteros, que están lejos.

Así le conté, que durante el confinamiento había conocido casualmente a Lola Larumbe, un sábado que yo buscaba tabaco, y vi movimiento en la librería cerrada, y toqué a la puerta, y ella amablemente me dijo que no me podía atender, pero al decirle que simplemente quería un libro de poesía, el que ella quisiese, me sacó uno, y a partir de ahí fui acudiendo a que me diera otro, en confidencias, para Estar allí de nuevo, como dice el poema Volver de Eloy Sánchez Rosillo, del primer libro que me ofreció.

-Pues te recomiendo este libro –de la única poeta, que hizo llorar a Vargas Llosa –dijo Cruz.

-No, gracias –dije– sin atender al libro que me mostraba. Las recomendaciones las quiero de esa señora que está ahí. Acababa de aparecer Lola Larumbe, de la que entonces yo no conocía el nombre, por el fondo de la librería. Y entre las risas, ella preguntó por el mío.

Ese día, de los muchos libros que Cruz tenía delante para firmar, escogí este Viaje a Canarias, en el que hace un estupendo recorrido de lo que son las islas, y de lo que han sido e inspirado. Se agradece muchísimo que no caiga en la afectación de tantos, por no decir todos, de hablar de Gabo para referirse a Gabriel García Márquez. En el debe, se echa en falta, entre tanta buena referencia literaria, que hubiese hecho alguna de mujeres, como por ejemplo, la de la arrolladora y paisana Mercedes Pinto Armas de la Rosa y Clós, cuya novela homónima sirvió de base a la película El de Buñuel, y a la que Neruda, impresionado por su personalidad, dedicó los versos que aparecen en su epitafio más abajo. Además, Mercedes Pinto dictó en 1923, en tiempo de Primo de Rivera la polémica conferencia “El divorcio como medida higiénica”, terminando en el exilio, al igual que Unamuno, al que con todo cariño, y oportunidad, cita Cruz, junto a Aldecoa, Humboldt, Breton, y tantos otros:

Mercedes Pinto vive en el viento de la tempestad.
Con el corazón frente al aire.
Enérgicamente sola. Urgentemente viva.
Segura de aciertos e invocaciones.
Temible y amable en su trágica vestidura de luz y llamas.
Pablo Neruda. Epitafio tumba Mercedes Pinto

En cualquier caso, este Viaje a Canarias me ha encantado. Como libro de viaje, cumple a la perfección lo que dice Ariana Basciani, de ser un dispositivo único, ni costoso, ni pesado, que no requiere maleta, ni pasaporte, para llevarte a descubrir…Canarias, o cualquiera de los lugares de los libros de viaje que ella reseña en Viajar por la ciudades: las otras formas de conocer y conocerse leyendo.

Lentamente agitados

By Otros géneros, Poesía

Foto lentamente agitados

 

Lentamente agitados As Slow As Possible de Kit Fan y Agitación de Jorge Freire mezclan bien para tratar de explicar el erizado trotar de este mundo (La Geografía del erizo).

 

Diría que es la casualidad, la que me ha puesto en las manos al mismo tiempo dos libros, que desde géneros distintos, y perspectivas diferentes, quieren lo mismo: una lenta y pausada explicación de este agitado mundo. Quizás, no sea este el lugar para discutir que nada sucede por azar en el universo (nihil fit casu in mundo), pero en cualquier caso, y sin más explicación, rompería una lanza por él.

El primero, es un libro de poesía As Slow As Possible, del premiado poeta honkonés, Kit Fan. El segundo, es un ensayo Agitación, del también premiado filósofo madrileño, Jorge Freire. A Kit Fan lo conocí telemáticamente el pasado junio, en el jurado de Los Premios de Humanidades de la Fundación IE, y su manera de hablar despertó inmediatamente mi curiosidad por su obra.

En cuanto al segundo, fue la abogada de Santander, Pilar de la Hera, la que me lo recomendó encarecidamente este pasado fin de semana. Por cierto, Pilar fue la primera en celebrar un juicio telemático en nuestro país, como relata en el New York Times Raphael Minder en su artículo Spain’s Courts, Already Strained, Face Crisis as Lockdown Lifts.

Cuando decía que ambos libros quieren lo mismo, me refería a que ambos quieren ser uno espacio para la reflexión sobre este desbocado mundo, en el que no sólo corremos sin cesar, como el hámster que da vueltas a la rueda, sino también sin pensar en que hubo tiempo, en el que no estábamos aquí (There was a time when we were not here).

Lo que sí podemos recordar es lo que escribió el enigmático poeta, Han Shan, que los humanos vivimos en la ceguera del polvo, como insectos en un cuenco, que dan vueltas y vueltas, y nunca conseguimos salir del cuenco (人生在塵蒙 恰似盆中蟲 终日行繞繞 不離其盆中).

Para esta reflexión, Fan escribe desde las entrañas, lentamente, con el fuego del corazón, ya domesticado por la potencia de su verbo e intelecto. Es absolutamente encomiable cómo en As Slow As Possible se dan cita pausada personalidades de la cultura de Oriente y Occidente, que van desde Zurbarán a unos apócrifos haikus, atribuidos al enigmático pintor Fan Kuan (范寬, 960-1030), pasando por Brueghel, Banksy, o Sancho (citado éste irónicamente en el poema Don Kowloon).

Por su parte, Freire se embarca, al contrario, en una frenética carrera de citas y referencias, para demostrar cómo la epidemia de la agitación, que tiene enferma a la era contemporánea, es capaz no sólo de tragarse toda nuestra vida por el exceso de adrenalina aventurera que le queremos añadir (Correr, ser zen, vegano, hacer rafting en Indonesia…), sino también cualquier tipo de producto cultural que se nos ponga a tiro. Al agitarse uno se mueve, pero no avanza –dice. Todo esta agitación parece partir de la gran enfermedad del horror del domicilio. (La grande maladie de l’horreur du domicile de la que hablaba Baudelaire).

Si por azar, lees este texto, espero que mis palabras hayan sido suficientes para invitarte a explorar con calma estos dos magníficos libros.

China a través de los ojos de Vermeer

By China, Otros géneros

Tras analizar los objetos en 5 cuadros de Vermeer, el sinólogo Timothy Brook traza un detallado mapa del comercio internacional entre China y Occidente en el siglo XVII.

En este magnífico libro  El sombrero de Vermeer el sinólogo  Timothy Brook (nombre chino 卜正民) ejecuta un fantástico e inusual trabajo de investigación, porque en vez de centrarse en la belleza y perfección técnica de los cuadros de Vermeer, o en los múltiples enigmas de su vida personal, o en cómo uno de los más grandes pintores de la historia sólo empezó a ser reconocido póstumamente dos siglos después de su muerte,  a través de los elogios que le prodigó el crítico de arte francés Théophile Thoré,  lo que hace -como decía- es realizar un concienzudo análisis de los objetos que aparecen en 5 de sus cuadros, para mostrarnos las interconexiones del comercio internacional en el siglo XVII entre China y Occidente, en las que la pequeña ciudad natal de Vermeer, Delft, adquiere un protagonismo hasta hace poco desconocido.

Para ello, lo primero que hace Brook es dinamitar el más común de nuestros hábitos a la hora de mirar un cuadro. Así, señala que debemos de dejar de considerar los cuadros como ventanas abiertas directamente a otros tiempos y lugares. Es una cautivadora ilusión pensar  que los cuadros de Vermeer son imágenes directamente sacadas de la vida en Delft en el siglo XVII. Los cuadros -concluye- no son «tomados», como las fotos, sino que son «elaborados», cuidadosa y deliberadamente, no para mostrar una realidad objetiva, si no para presentar un determinado escenario. Analizando con esmero los escenarios que Vermeer nos muestra en sus cuadros, Brook traza un completo cuadro, o mapa, del mundo de la época.

Para estos días en los que tanto hablamos de globalización, de China, y demás, El sombrero de Vermeer ofrece una perspectiva del mundo sumamente estimulante y cosmopolita.

El muro de la ignorancia

By China, Otros géneros

 

De cómo los graffiti del East Side Gallery de Berlín pueden ayudar a nuestro proceso de desasnación.

Este fin de semana en Berlín, quise continuar con mi plan (Ojalá) de escribir sobre los chinatowns de las ciudades a las que viajo, pero no hay realmente un Chinatown  (en chino 唐人街 Tang ren jie) en Berlín, ni uno tampoco hace siempre lo que planea. Lo más parecido a un chinatown es Kantstrasse en Charlottenburg, por decir algo, pues todo Berlín es más bien un graffiti town. Por donde quiera que uno vaya, encuentra alguna pared, o algún rincón pintado.

He escogido estos graffiti de la East Side Gallery, uno de los pocos restos que quedan del Muro, tanto por su mensaje como por su estética, porque son los que más me han llamado la atención de un sin número de ellos a lo largo de toda la calle Waschauer. Si tuviera que escoger uno, me decantaría por el que se refiere a la persistencia de la ignorancia, que irónicamente es del que peor foto tengo, porque no soy un ducho fotógrafo, así que me he comido parte del graffiti. La ignorancia se manifiesta de todas las maneras, tanto en conocimiento, como en habilidades.

Y es bien sabido que venimos al mundo como asnos, y que con mucho trabajo nos vamos desasnando par l´éducation, que es todo un proceso, como bien recoge el proverbio chino Vivir hasta viejo, aprender hasta viejo (活到老, 学到老 huó dào lǎo, xué dào lǎo. También ver La influencia civilizadora de Lady Gaga).

En conclusión, desasnarse lleva mucho tiempo, porque no hay muro más grande que el muro de la ignorancia, aunque haya otros muchos muros por derrumbar, según otro de los graffiti.


P.S: Nos gustaría agradecer a los autores de los graffiti, cuya autoría conocemos: La persistencia de la ignorancia de Karsten Wenzel, Tolerencia de Mary Mackey, Pal Gerber.

Qué es extraño: Juan Carlos Gumucio In memoriam

By Otros géneros

 

Tras leer mi post Shangri-la, mi compañera de trabajo en IE Business School , Mar Hurtado de Mendoza, me sorprendió esta semana con una pregunta, a la que le respondí con una historia que nunca había contado, y que está llena de alegría, pero al mismo tiempo, llena de tristeza.

En 1992 conocí en Zagreb a una de las personas que más me han impresionado en mi vida, Juan Carlos Gumucio. Él era corresponsal de guerra, y en ese momento cubría el conflicto en Sarajevo para El País.

Venía a Zagreb a desahogarse de las miserias de la guerra. Así que él le daba mucho palique a mi entonces colega, y hoy amiga, Marta Marín, y conmigo hablaba a ratos. En uno de esos ratos en la barra de un bar, le comenté sobre mis inquietudes literarias. Él me miró, dio un sorbo a su güisqui sólo, y sin decir nada hizo el gesto sobre la barra con dos dedos de que echara a andar, o que echara a escribir, mejor dicho.

Pasó el tiempo, y Marta y yo terminamos nuestro glamuroso reportaje sobre Croacia para Paris-Match, y paulatinamente fuimos perdiendo contacto con Gumucio, hasta que Juan González Yuste, corresponsal de guerra de El Periódico, y gran amigo de Gumucio, le contó a Marta que Gumucio se había casado en 1996 con una reputada periodista americana del Sunday Times, Marie Colvin, de la que luego se divorciaría.

Tiempo después, Marta y yo supimos por los periódicos, pues paulatinamente perdimos contacto con ellos, que Gumucio se había vuelto a su Cochabamba natal, en Bolivia, en un especie de retiro inentendible para una persona tan vital, para finalmente irse a un hotel a pegarse un tiro con tan sólo 52 años. Su ex-mujer Colvin murió en la la ciudad siria de Homs, junto al fotógrafo francés Rémi Ochlik, según lamentó El ministro de Exteriores del Reino Unido, William Hague, «asesinados mientras informaban desde Siria con gran valentía». Una película sobre la figura de Marie Colvin, titulada La corresponsal, está en los cines actualmente.

que es extrano - a private war

González Yuste falleció, también a los 52 años, en un hotel al lado del aeropuerto del Prat, como de paso, mientras venía de una guerra, y esperaba para ir a otra.

Cuento todo esto, porque a mi colega Mar le conté que no me gustaban mucho las escuelas de escritura creativa, y que lo mejor era, si quería matar la bicha, echar a andar, como decía Gumucio. El texto más abajo ¿Qué es extraño? lo escribí en honor de este soñador, que chocó con la realidad.

P.S: Nuestra colega boliviana de IE University, Renée Cortés, conoce a la familia de Juan Carlos Gumucio y ha oído de su leyenda.

 

¿Qué es extraño?

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Pintura de Miguel Panadero

Damos por hecho que en el sueño ocurren cosas de sueño y que en la realidad ocurren cosas de realidad. Extraña que demos por hecho algo relativo al sueño y a la realidad, extraña que unas cosas y otras no pertenezcan al mismo montón de cosas. ¿No dijo el poeta que la vida es sueño, donde la vida es realidad, y el sueño, sueño?

Una mujer sueña de aquella manera a un hombre que apunta a una caja que contiene un cuchillo que quiere cortar un árbol para que con él se haga otra cosa en forma de cono y todo siempre bajo la presencia del Sol que para algo es el Rey de la luz. ¿Qué es extraño?

Piensa como si soñaras. Piensa que antes del viento, todo el bosque era silencio. Piensa que después del viento, es como si el bullicio llegara de un golpe en pensamiento. Piensa que si pensaras como si soñaras, a lo mejor soñarías cuando pensaras. ¿Qué es extraño? ¿Que la realidad es sueño?

 

Moscú, 23 de abril de 2014

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