隋唐演义150-001
No hay nada más importante que contar, o si se quiere, no hay nada más importante que poderlo contar. Una vez que se acaba el cuento, una vez que se extingue ese poder, se acaba inevitablemente esta fiesta, que es la vida, unas veces muy divertida, y otras muy triste.
El pasado 11 de septiembre, dejó de contar, como dejaron de contar años atrás los desafortunados ocupantes de las famosas torres gemelas, Shan Tianfang (单田芳), uno de los mayores representantes contemporáneos, si no el mayor, de lo que en China se conoce como «Pingshu» (评书 o shuoshu 说书), la tradición oral de contadores, que data de la dinastía Song (960 -1279). Dejo aquí en su memoria esta pequeña muestra de su arte: Shan Tianfang, a Superstar of Chinese Storytelling, Dies at 83.