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Sobre China y otras lindezas

 

La increíble historia del poeta, Andrés Mirón, y cómo ganó por las ironías del destino, tras un trágico accidente de tráfico, el Certamen Internacional de Poesía Villa de Aoiz en 2004 con el poema Cuando ya nada importa.

En este blog Sobre China & otras lindezas del IE China Center, trato las más de las veces de hablar de China, pero al igual que no podemos comer nuestro plato favorito todos los días, al carajo con China esta vez, y vamos con una lindeza en el  sentido que le da el primer repertorio lexicográfico de la Real Academia Española, el conocido como El Diccionario de Autoridades (1726), que dice que la lindeza es la proporción natural que tienen en sí las cosas para parecer hermosas y bellas. Dícese tanto de las cosas materiales, como de las intelectuales.

El pasado viernes 14 de junio, mi compañera, Soledad Mirón, tomando un café me contó la historia del reconocido poeta, Andrés Mirón, quién ganó el prestigioso Certamen Internacional de Poesía Villa de Aoiz en 2004. Resulta que el día que le comunicaron el fallo del premio fue justo dos días después de haber trágicamente fallecido en un accidente de tráfico. Las ironías del destino dictaron que el poema con el que ganó el mencionado certamen se titulara Cuando ya nada importa. Su fallecimiento truncó una larga carrera de poeta, con más de 30 libros publicados, y numerosos premios. Fue Soledad la que recogió el premio de Poesía Villa de Aoiz en nombre de su padre.

Dado que este próximo octubre se cumplen 15 años de su fallecimiento, Soledad quiere hacerle un homenaje, leyendo poemas de su padre, Andrés Mirón, el 22 de septiembre a las 11:00 de la mañana en el Hay Festival de Segovia, en el Jardín del Romeral.

PS: Agradecemos a la Directora del Hay Festival de Segovia, Sheila Chremaschi, y al Director General de la Fundación IE, Geoffroy Gerard,  su ayuda con este tema.

 

andres-miron-pinturas

Acuarelas de Manuel Chaves, pintor amigo del poeta Andrés Mirón

 

Os dejo con un poema de Mirón de El imposible olvido:

EL IMPOSIBLE OLVIDO, soneto del libro OTOÑO EN BENALIXA

Me pides que te olvide y lo que olvido
es hacer eso mismo que me pides.
En la hiel de mi vida tú decides.
Yo decido en la miel de lo vivido.

Olvidarte ¿por qué? ¿Qué te ha dolido
que así de indiferente me despides?
Si acaso con mi fuego no coincides,
tampoco con tu hielo yo coincido.

Temo herirte diciéndote que aún beso
la seda de tu voz y me embeleso
recordando el fulgor de nuestra historia.

Y así es como me olvido de olvidarte.
Ya, mientras viva, viviré de amarte,
pues vives para siempre en mi memoria.

 

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