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Sobre China y otras lindezas

El pasado es pegadizo, como una canción, o como dicen más formalmente los historiadores, la historia se repite. La regla es universal. Es casi imposible, para lo grande y para lo pequeño, liberarse de la pegajosa vuelta del pasado, del Eterno Retorno, de lo que algunos llaman palingenesia. En el campo de los hechos, el Presidente Xi será elegido en otoño de 2022, en el vigésimo Congreso del Partido, por tercera vez, para conducir los destinos del dragón.

Ocurre también que las ideas se repiten. Más de un trastorno mental, le causó a Nietzsche aceptar que no son sólo los acontecimientos y sucesos, los que se repiten, sino que también lo hacen los pensamientos e ideas. Ante la perspectiva de vivir todo igual, su superhombre (el Übermensch), sólo llegará a serlo, si se libera del miedo a repetir lo mismo.

La idea predominante en 2022 será el nacionalismo, tanto de mercado —los chinos consumen ahora Huawei en vez de Apple, o la marca Li Ning en vez de Nike— como el nacionalismo político. Todos los países tienen su dosis de nacionalismo político. Pero como en todas las cosas, su grado de peligro varía según el peso del país.

Hoy en día, no hay nacionalismo más pernicioso, que el de las dos superpotencias mundiales, los Estados Unidos y China. Es una ingenuidad pensar que lo realmente peligroso es una escalada militar, porque lo que se dispara primero son las ideas. Es necesario reducir la escalada ideológica nacionalista, que es lo que desencadena posteriormente la escalada militar.

Definición para 2022: El pasado es pegadizo, como una canción.

N.B.: Este artículo “El pasado es pegadizo: Predicciones para China y el Mundo en 2022” fue publicado en el diario digital The Objective, el 1 de enero de 2022.

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