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Sobre China y otras lindezas

Enrique Gracia Trinidad homenajea a Whitman, Celaya, Lorca, y más cosas.

Desde que se publicara, en octubre de 2023, el libro de poemas “Desconcertada agenda (Cuadernos de Laberinto)” de Enrique Gracia Trinidad, me ha acompañado. Lo ha hecho de cerca, como lo hacen las cosas y las personas que te llegan, y llamando a mi puerta, a una de esas puertas, que cada uno dejamos abiertas, para que le corra el aire.

Desde hace un tiempo pago tributo a todo aquello que combate el tufillo del origen, la rendija esa por la que se cuela la peste nacionalista —la misma que inocula el germen de grandeza, de que un país equis volverá a ser grande— que infecta al mundo de nuevo. Y pago un tributo aún más alto, si cabe, si me encuentro con algo tan bien dicho, como es el caso de cada uno de los poemas de esta colección.

Gracia Trinidad comienza, como echamos a andar todos, con lo que le rodea. Veinte poemas se agrupan en una primera parte, titulada “Mi Madrid”, la ciudad que lo vio nacer. Este es un fragmento del primer poema que leí, en el que elegantemente Gracia Trinidad se vacuna contra el germen mencionado, descubriendo el mundo bajo su piel.

 

 

portada Desconcertada Agenda - Enrique Gracia Trinidad

De lejos

Soy griego y soy romano, también cartaginés.
Llevo en mis manos piel de sefarditas
de árabes omeyas en Al-Andalus.

Cuando río descubro en mis mejillas
el aliento del frío de bárbaros del norte.
Sé que hay Africa en mi, aunque esté lejos.

Si perdí mi piel negra fue porque muchos siglos
la fueron diluyendo
y lo mismo pasó con otras pieles
que una vez tuve en Samarkanda,
en la isla de Hokkaido, en Rapa Nui,
o en la cueva Loltun de Yucatán.

Cuando nací en Madrid mi alma era ya vieja,
multicolor, difusa y peregrina.
Todo el tiempo reposa en mi garganta,
todas las sangres duermen en mi sangre
y todas me conocen
y yo las reconozco.

(CURVA DE LA AVENIDA DE LOS TOREROS, MADRID, JUNIO, 2020)

Desconcertada Agenda - Enrique Gracia Trinidad - 1

 

 

A estos poemas, se le unen otros veinte, en la segunda parte, titulada “Tan lejos y tan cerca”, por los que transita el mundo a través de las puertas, que el poeta le ha ido abriendo.«En el reino del paso y del asombro siempre aguarda una puerta. Da igual cómo nos mire, da igual cómo se llame, da igual que nos impida pasar o nos invite.»—escribe. Socarronamente, al final, confiesa que él prefiere el humilde portillo con gatera.

No pude asistir a la presentación del libro por la fuerza de los quehaceres. Quizás, si lo hubiese hecho, lo habría aparcado engrosando la lista de libros por leer, que los japoneses llaman tsundoku (積ん読). Chi lo sa? Lo que sí sé, es que ha sido un festín leerlo con calma a lo largo de estos meses. No voy a descubrir a nadie la dilatada trayectoria de Gracia Trinidad, pero sí insistir en todo lo que merece la pena leerlo. Ahí está su dueto “Doble juego” con Raquel Lanseros, prologado por Luis Alberto de Cuenca, “Nada para después”, y uno al que todavía no le he podido echar el guante, a pesar de todo mi interés por lo relacionado con China: “Cantos de amor y de ausencia” de Xu Zonghui y Gracia Trinidad, que recoge () de 15 poetas chinos , que vivieron entre los siglos IX y XII.

Hay que seguir abriendo puertas, porque «tienen alma las puertas, y aunque otras puertas son hueco, dintel, jambas o tímpano, pero nadie las cierra, son arcos que recuerdan y sospechan de sus merecimientos: Brandeburgo, Alcalá, Medinaceli, Roma, Palmira…»Pero todo tiene un límite —revela:

«Cuando empuje la puerta del final
nadie podrá venderme globos de colores.»

Durante todo este tiempo —decía— me ha gustado la compañía de “Agenda desconcertada”, para no morirme del todo (Non omnis moriar) a 200 Km por hora, sino lentamente. “Y si después queda algo todavía” titula Gracia Trinidad un poema en recuerdo de León Felipe:

«Todo eso, que es apenas nada,
pero que bien pudiera serlo todo,
debe de ser sin duda
la poesía.»

P.S.: Siempre Horacio!: «Non omnis moriar multaque pars mei vitabit Libitinam», Odas III, 30, 6-7.¡Y cuando algo no lo dijo un romano, fue un griego, o uno de esos super chinos!!

Desconcertada Agenda - Enrique Gracia Trinidad -2
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