Skip to main content
Sobre China y otras lindezas

 

Tras leer mi post Shangri-la, mi compañera de trabajo en IE Business School , Mar Hurtado de Mendoza, me sorprendió esta semana con una pregunta, a la que le respondí con una historia que nunca había contado, y que está llena de alegría, pero al mismo tiempo, llena de tristeza.

En 1992 conocí en Zagreb a una de las personas que más me han impresionado en mi vida, Juan Carlos Gumucio. Él era corresponsal de guerra, y en ese momento cubría el conflicto en Sarajevo para El País.

Venía a Zagreb a desahogarse de las miserias de la guerra. Así que él le daba mucho palique a mi entonces colega, y hoy amiga, Marta Marín, y conmigo hablaba a ratos. En uno de esos ratos en la barra de un bar, le comenté sobre mis inquietudes literarias. Él me miró, dio un sorbo a su güisqui sólo, y sin decir nada hizo el gesto sobre la barra con dos dedos de que echara a andar, o que echara a escribir, mejor dicho.

Pasó el tiempo, y Marta y yo terminamos nuestro glamuroso reportaje sobre Croacia para Paris-Match, y paulatinamente fuimos perdiendo contacto con Gumucio, hasta que Juan González Yuste, corresponsal de guerra de El Periódico, y gran amigo de Gumucio, le contó a Marta que Gumucio se había casado en 1996 con una reputada periodista americana del Sunday Times, Marie Colvin, de la que luego se divorciaría.

Tiempo después, Marta y yo supimos por los periódicos, pues paulatinamente perdimos contacto con ellos, que Gumucio se había vuelto a su Cochabamba natal, en Bolivia, en un especie de retiro inentendible para una persona tan vital, para finalmente irse a un hotel a pegarse un tiro con tan sólo 52 años. Su ex-mujer Colvin murió en la la ciudad siria de Homs, junto al fotógrafo francés Rémi Ochlik, según lamentó El ministro de Exteriores del Reino Unido, William Hague, «asesinados mientras informaban desde Siria con gran valentía». Una película sobre la figura de Marie Colvin, titulada La corresponsal, está en los cines actualmente.

que es extrano - a private war

González Yuste falleció, también a los 52 años, en un hotel al lado del aeropuerto del Prat, como de paso, mientras venía de una guerra, y esperaba para ir a otra.

Cuento todo esto, porque a mi colega Mar le conté que no me gustaban mucho las escuelas de escritura creativa, y que lo mejor era, si quería matar la bicha, echar a andar, como decía Gumucio. El texto más abajo ¿Qué es extraño? lo escribí en honor de este soñador, que chocó con la realidad.

P.S: Nuestra colega boliviana de IE University, Renée Cortés, conoce a la familia de Juan Carlos Gumucio y ha oído de su leyenda.

 

¿Qué es extraño?

que es extrano dibugrafia

Pintura de Miguel Panadero

Damos por hecho que en el sueño ocurren cosas de sueño y que en la realidad ocurren cosas de realidad. Extraña que demos por hecho algo relativo al sueño y a la realidad, extraña que unas cosas y otras no pertenezcan al mismo montón de cosas. ¿No dijo el poeta que la vida es sueño, donde la vida es realidad, y el sueño, sueño?

Una mujer sueña de aquella manera a un hombre que apunta a una caja que contiene un cuchillo que quiere cortar un árbol para que con él se haga otra cosa en forma de cono y todo siempre bajo la presencia del Sol que para algo es el Rey de la luz. ¿Qué es extraño?

Piensa como si soñaras. Piensa que antes del viento, todo el bosque era silencio. Piensa que después del viento, es como si el bullicio llegara de un golpe en pensamiento. Piensa que si pensaras como si soñaras, a lo mejor soñarías cuando pensaras. ¿Qué es extraño? ¿Que la realidad es sueño?

 

Moscú, 23 de abril de 2014

Close Menu